Una serie de más de 100 movimientos sísmicos ha sacudido la Región de Coquimbo tras un temblor principal. Aunque no es un enjambre sísmico, el fenómeno ha sorprendido a expertos.

Algo inusual está ocurriendo en el suroeste del Parque Nacional Fray Jorge, en la Región de Coquimbo. Lo que comenzó como un temblor principal durante la noche del miércoles 23 de abril, se ha transformado en una secuencia inusualmente persistente de réplicas, desconcertando a residentes y científicos por igual.
A las 23:30 horas, un movimiento telúrico de magnitud 5,3 marcó el inicio de una actividad sísmica continua en las cercanías de la comuna de Ovalle. Desde ese momento, los sensores de la Red Geocientífica de Chile no han dejado de detectar sacudidas.
Más de 100 movimientos secundarios se han registrado en las horas siguientes. Lo llamativo es que no se trata de un enjambre sísmico, ya que hubo un evento principal claramente identificado. Este patrón, sin embargo, no es habitual, y ha captado la atención de expertos.
Una de las réplicas más fuertes se produjo cerca de la medianoche, alcanzando una magnitud de 4,2. A las 03:20 de la madrugada, se reportó otro sismo de magnitud 5,2, lo que reavivó la actividad sísmica en la zona. Posteriormente, una nueva réplica también llegó a 4,2, generando aún más inquietud.
Según el Centro Sismológico Nacional, al menos 12 de las réplicas han oscilado entre magnitudes de 2,5 a 4,2, mientras que otras decenas se han mantenido en rangos más bajos, entre 2 y 3 grados.
Ante la incertidumbre, la Red Geocientífica ha aclarado que la secuencia no corresponde a un enjambre, sino a una respuesta prolongada a un evento sísmico principal. Por su parte, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) confirmó que no existe riesgo de tsunami.
A pesar de la frecuencia, no se han reportado daños estructurales ni alteraciones mayores. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿por qué tantos movimientos en tan poco tiempo en un mismo punto geográfico?