El Sol emitió su llamarada solar más fuerte en siete años, una X9.0, que podría afectar la red eléctrica, las comunicaciones por radio y los sistemas GPS.

El jueves, el Sol emitió su mayor llamarada solar en siete años, lo que ha llevado a los meteorólogos espaciales a monitorear de cerca sus posibles efectos en la Tierra. Entre las consecuencias esperadas están la aparición de la aurora boreal y posibles impactos en la red eléctrica, las comunicaciones por radio y los sistemas GPS.
El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA informó que la llamarada, clasificada como X9.0, fue detectada saliendo del Sol el jueves por la mañana. Las llamaradas de clase X son las más potentes, y el número que las acompaña indica su fuerza. Aunque las llamaradas solares son comunes, las de esta magnitud son raras.
Esta llamarada X9.0 superó a la anterior más potente del actual Ciclo Solar 25, una llamarada X8.7 que ocurrió el 14 de mayo. De acuerdo con Space Weather Watch, la llamarada del jueves se posiciona como la decimoquinta más intensa registrada en la historia.
Se ha confirmado que al menos dos eyecciones de masa coronal asociadas con esta actividad solar están en camino hacia la Tierra, con una llegada prevista en los próximos tres días.
Today's incredible X9.0-class solar flare, the most intense flare since 2017. An Earth-directed solar storm is highly likely, given the spot region is faced directly at Earth.
— Space Weather Watch (@spacewxwatch) October 3, 2024
Stay with us for coverage of this historic event!#spaceweather @spacewxwatch pic.twitter.com/q9TTa53sGT
El Sol está acercándose a su máximo en el Ciclo Solar 25, un periodo de 11 años en el que aumenta la actividad solar, incluyendo un incremento en las manchas solares, que pueden provocar erupciones solares y otros fenómenos climáticos espaciales. Desde mayo, el Sol ha generado sus tres erupciones más poderosas de este ciclo, dos de ellas esta semana.
Las tormentas solares pueden afectar las señales de radio y GPS Uno de los efectos inmediatos de estas erupciones es la interrupción en las comunicaciones de alta frecuencia, especialmente en las áreas de la Tierra que están expuestas a la luz solar. El SWPC ha indicado que las señales de radio en bandas de alta frecuencia podrían sufrir pérdidas o interrupciones de varios minutos o incluso horas.
Además, durante tormentas solares de esta magnitud, los sistemas de navegación GPS podrían experimentar errores, lo que afectaría a dispositivos que dependen de esta tecnología, como los equipos agrícolas. Esto ya se observó durante las tormentas solares extremas de mayo.
Con la llegada inminente de las eyecciones de masa coronal, las alertas de tormenta geomagnética podrían extenderse o elevarse a advertencias más graves. Si se pronostica una tormenta geomagnética severa (G4), es posible que las auroras boreales se puedan ver tan al sur como las Carolinas.
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